El pasado 26 de septiembre participamos en el evento HR Innovation Summit, organizado por RRHH Digital, donde se debatió el rol cada vez más importante del seguro de salud en el entorno corporativo, una herramienta clave para las empresas y empleados en la gestión de su bienestar. En un contexto económico desafiante, marcado por el aumento de los costes, la demanda de personalización y la necesidad de sostenibilidad, diversas voces del sector compartieron sus perspectivas sobre las tendencias y retos futuros.
La conversación fue moderada por Aitziber Iriarte, Directora de Marketing de iSalud, quien guió a los participantes a través de un análisis profundo sobre el futuro del seguro de salud en las empresas. Los ponentes, Mónica García Ingelmo (Manager de Beneficios, Administración HR y Salud Laboral en Orange), José Ángel López Palomo (Jefe Corporativo de Compensación y Beneficios – Dirección General de Recursos Corporativos en Grupo OHLA) y Fabián Vega Richard (Jefe de Departamento Desarrollo de Negocio de Colectivos en SegurCaixa Adeslas) ofrecieron una visión integral que abordó tanto los desafíos inmediatos como las oportunidades de crecimiento y adaptación del seguro de salud corporativo.
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Un sector en expansión, pero con desafíos estructurales
Mónica García Ingelmo abrió la conversación contextualizando el crecimiento del seguro de salud corporativo y su papel dentro de las empresas. “Según el barómetro de salud de 2024, el seguro médico sigue siendo el beneficio mejor valorado dentro del programa de compensación y beneficios, y ha sido así durante los últimos 10 años”. Explicó que este crecimiento se debe en parte a un cambio de mentalidad, especialmente desde la pandemia, que ha puesto más foco en el bienestar general y la salud mental, temas que antes no se abordaban con la misma apertura. “Antes, cuando hablábamos de salud psicosocial, evitábamos mencionarlo y nos limitábamos a hablar de ‘estrés’. Hoy, sin embargo, estos temas están más normalizados”, señaló.
García Ingelmo también destacó que el enfoque en bienestar ha pasado de ser exclusivamente sobre prevención de riesgos laborales a convertirse en una parte integral de la cultura empresarial, donde se trabaja con los empleados como “agentes de su propia salud”.
Por último, resaltó que, a pesar del aumento de los costes para las empresas, que han crecido considerablemente en los últimos años, el seguro de salud continúa siendo un beneficio prioritario debido a su alto valor percibido por los empleados. Este crecimiento se sitúa en más de cuatro puntos porcentuales en los últimos dos años, impulsado por la democratización de este beneficio que ya no es exclusivo de altos cargos, sino accesible a más empleados a través de políticas de beneficios sociales, retribución flexible o incluso clubes de descuento.
Fabián Vega Richard continuó la conversación subrayando el viento de cola que impulsa el sector, pero no sin turbulencias. Los costos, en gran medida impulsados por el envejecimiento de la población y la demanda creciente de servicios médicos, están desafiando la viabilidad financiera del seguro de salud. “La demografía no es una aliada”, mencionó, refiriéndose a que “la inversión de la pirámide poblacional hace que la población cada vez sea más senior, y eso genera más demanda de actividad asistencial.
Al envejecimiento, la cronicidad y la multi movilidad, se le une un encarecimiento en el costo unitario de la prestación. Afortunadamente la medicina evoluciona, pero es cada vez más costosa, y esa combinación de más frecuencia con más costo unitario, es endiablada”. Vega Richard añadió que, tras la pandemia, la conciencia sobre la salud ha crecido, lo que ha incrementado la actividad sanitaria, tanto en el ámbito público como privado. “El seguro de salud es cada día menos visto como un ‘seguro’ o un ‘complemento’, se está convirtiendo en un sustitutivo del sistema público, esa es la turbulencia que hay que gestionar”, puntualizó.
Flexibilidad, digitalización y sostenibilidad: claves para el futuro
Al ser consultado sobre el futuro del seguro de salud en el ámbito empresarial, Vega Richard destacó que el mercado debe adaptarse a una nueva realidad. El seguro de salud, en su opinión, ya no se contrata por una eventualidad, sino por su inmediatez. En este sentido, defendió la necesidad de modelos híbridos de financiación, donde las empresas ofrezcan productos básicos y los empleados tengan la opción de mejorarlos a través de la retribución flexible. Además, hizo hincapié en la importancia de romper ciertos tabúes, como la inclusión de pequeños copagos que regulen el uso del seguro.
Por su parte, José Ángel López Palomo recalcó que la sostenibilidad del seguro de salud pasa por una responsabilidad compartida entre empleados y empresas, destacando la necesidad de fomentar un uso racional de los recursos. Subrayó también la importancia de hacer lobby para incrementar las ventajas fiscales de los seguros de salud, lo cual repercutiría en menores descuentos de IRPF por retribuciones en especie, especialmente a partir de 2025, cuando estas empezarán a cotizar.
“La personalización del seguro es clave”, afirmó, destacando la necesidad de adaptar las coberturas a las necesidades, intereses y preferencias de los empleados en función de su situación personal y profesional. López Palomo mencionó que las aseguradoras tienen el reto de ofrecer productos cada vez más personalizados, tanto en coberturas como en primas, y afirmó que, con las nuevas normativas fiscales, la retribución flexible jugará un papel aún más relevante en los próximos años.
Novedades legislativas en el horizonte
José Ángel López explicó que, a partir de enero de 2025, entrará en vigor la cuota adicional de solidaridad, que afectará a las personas con retribuciones por encima de la base máxima, actualmente fijada en 56.646 euros. Aunque técnicamente no es un impuesto, implica que las empresas asumirán mayores costes en cotizaciones sociales, mientras que los empleados tendrán mayores deducciones. Dependiendo de cuánto exceda la retribución sobre la base máxima, habrá un sobrecoste empresarial y un incremento en las deducciones para los trabajadores. Además, en 2025 se aplicarán también el mecanismo de equidad intergeneracional y el aumento de la base máxima de cotización, que podría incrementarse en un 4,5%, dependiendo de la revalorización de las pensiones más un 1,2%.
Este conjunto de medidas, derivadas del Real Decreto 2/2023 de reformas de las pensiones, generará un contexto donde las empresas podrían ser menos generosas en retribuciones fijas, variables o en especie. En este escenario, la retribución flexible ganará protagonismo, ya que se convierte en una vía de optimización fiscal para compensar los mayores costes sociales y la menor disponibilidad neta de los trabajadores.
Humanización en tiempos de digitalización
Mónica García Ingelmo abogó por un enfoque que combine digitalización y humanización. Si bien reconoció el valor de la videoconsulta, especialmente en áreas como la psicología, subrayó que no todas las herramientas digitales deberían aplicarse indiscriminadamente. “Es inaceptable que algunos empleados reciban diagnósticos graves a través de una pantalla simplemente porque la tecnología lo permite”, afirmó, enfatizando la importancia de mantener un trato humano en la atención médica.
Además, resaltó el potencial de los Data Analytics y la Inteligencia Artificial para mejorar la sostenibilidad de las pólizas de salud. Explicó que, a pesar de la creciente digitalización, aún es raro encontrar coberturas que se enfoquen en la prevención y detección temprana de problemas de salud. “Trabajar desde la salud, antes de que se convierta en una patología, debería ser una prioridad para hacer nuestras pólizas más sostenibles”, afirmó. Este enfoque preventivo, sumado al uso racional de los recursos, fue otro punto clave de su intervención.
Finalmente, García Ingelmo subrayó la necesidad de una responsabilidad compartida entre todos los agentes implicados. Destacó la importancia de evitar el abuso de recursos médicos y apoyó por una gestión más eficiente, recuperando incluso el rol tradicional del médico de cabecera para evitar la saturación de los canales de atención.
Conclusión
El evento concluyó con una reflexión optimista: a pesar de los retos, el sector del seguro de salud corporativo está en una posición de crecimiento continuo. Sin embargo, para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, las empresas, aseguradoras y empleados deberán trabajar juntos para adaptar el sistema a las nuevas realidades demográficas y tecnológicas. Las estrategias de personalización, digitalización y promoción de hábitos saludables se perfilan como las claves para mantener el equilibrio entre accesibilidad, satisfacción del empleado y viabilidad económica.
