El pasado 28 de mayo, en el marco del Talent Day Madrid 2025, tuvimos el honor de participar una vez más como patrocinadores desde iSalud Corporate, reafirmando nuestro compromiso con un futuro más inclusivo, diverso y humano en las organizaciones.
El Talent Day, organizado por Equipos & Talento, es uno de los eventos de referencia en el mundo del talento, donde líderes de recursos humanos, innovación y cultura empresarial se dan cita para compartir experiencias y construir nuevas miradas sobre el futuro del trabajo. Y este año, desde iSalud Corporate, quisimos poner sobre la mesa un reto que sigue vigente y que nos interpela a todos: El acceso real de las mujeres a los puestos de decisión.
En este artículo encontrarás:
Una conversación que dejó huella
Moderada por Laura Rodríguez Carrasco, Corporate Business Manager de iSalud Corporate, nuestra mesa redonda reunió a cuatro mujeres con trayectorias extraordinarias que, desde distintos sectores, han liderado equipos, organizaciones y transformaciones:
- Cristina Pareja, ex Secretaria General de Telefónica Empresas
- Rosa Padeira, ex fundadora de OBP Asociados y con una larga carrera en Microsoft
- Marlen Estévez Sanz, socia en Roca Junyent y miembro de su Consejo de Administración
- Vanessa Izquierdo, Directora General en Sagardoy Business & Law School
El eje central de la conversación fue claro y valiente:
❓ ¿Qué necesitamos para que el liderazgo femenino deje de ser la excepción y se convierta en una realidad sostenida?
Dónde están los referentes
El primer bloque de la charla se centró en la importancia de tener modelos femeninos visibles.
“Es imposible aspirar a lo que no se ve” —afirmó Cristina Pareja, recordando cómo su nieta creía que “mandar” era solo cosa de hombres. “Mis referentes eran hombres, o figuras muy lejanas, casi inalcanzables” —añadió.
Una situación que Rosa Padeira también compartió: “Durante gran parte de mi carrera no tuve a ninguna mujer como referencia profesional. Era lo normal en nuestra generación. Afortunadamente, eso está cambiando.”
Marlen Estévez fue contundente: “Incluso quienes llegamos a puestos de decisión seguimos teniendo referentes masculinos. Eso no es casualidad. Falta una cultura que visibilice otras formas de liderar.”
Por su parte, Vanessa Izquierdo introdujo una perspectiva clave: “Yo soy la primera mujer de mi familia en trabajar, pero mis verdaderos referentes fueron mi madre y mi abuela. Me enseñaron el valor de la independencia, no solo profesional, sino vital.”
Barreras visibles e invisibles
El segundo bloque abordó con honestidad las barreras estructurales y culturales que aún impiden el avance de las mujeres hacia puestos directivos.
Cristina Pareja fue clara: “Las cuotas pueden abrir puertas, pero no podemos confundir igualdad con cupos. Las mujeres debemos estar en los consejos por mérito propio.”
Y reconoció los sacrificios personales: “Mientras mis compañeros aprovechaban los viajes de trabajo para desconectar, yo corría a casa para cuidar de mi hija. Eso también pesa.”
Marlen Estévez matizó: “No soy partidaria de imponer nada, pero si el cambio no llega por convicción, hay que forzarlo. Las cuotas bien gestionadas pueden ser palancas necesarias.”
Y añadió una reflexión clave: “Nos han enseñado a mirar el talento desde un modelo muy masculino. Necesitamos cambiar las gafas.”
Conciliación real: un reto cotidiano
La tercera parte de la conversación se centró en la conciliación entre vida profesional y personal: un tema universal que sigue afectando desproporcionadamente a las mujeres.
Rosa Padeira lo expresó con emoción: “He aprendido a desconectar, pero no fue fácil. Hoy, como abuela, puedo vivir con mis nietos lo que no viví con mis hijos, que es atenderles desde el sosiego. Y eso duele.”
Vanessa Izquierdo aportó otra perspectiva realista: “Mi conciliación pasa por asumir que debo recurrir a apoyos externos, sin que ello deba hacerme sentir culpable. Soy consciente de que estoy educando a mi hija en la diferencia, con respecto a otros modelos que tiene, pero esto también forma parte de la educación y hace que se sienta orgullosa de su madre en multitud de ocasiones.”
Ambas coincidieron: conciliar es posible, pero requiere apoyos, flexibilidad y —sobre todo— dejar atrás la culpa.
Un mensaje para las que vienen
El cierre fue unánime y poderoso: las mujeres deben poder elegir su camino sin miedo ni moldes heredados.
“No hay una única forma de éxito” —dijo Marlen—. “Lo importante es que cada mujer sepa que puede elegir sin renunciar a su autenticidad.”
“El liderazgo femenino no es algo a alcanzar, es algo que ya está aquí” —afirmó Vanessa—. “Solo tenemos que dejarlo crecer.”
Seguimos abriendo camino
Desde iSalud Corporate, seguiremos apostando por estos espacios de conversación valiente y transformadora.
Porque visibilizar referentes, compartir experiencias y abrir camino a quienes vienen detrás no es solo un acto de responsabilidad: es una forma de liderar.
Gracias a nuestras invitadas por su generosidad, a Equipos & Talento por el espacio, y a todas las personas que nos acompañaron en esta jornada.
🔮 El futuro del liderazgo será diverso… o no será.
